En tiempos de crisis y de recortes, se hace imprescindible marcar con más nitidez los objetivos de una empresa hotelera. Incluso, el objetivo prioritario y que da sentida al resto: el servicio. En este post, Juan Antonio Mota propone cómo enfrentarse al miedo y a la incertidumbre de una forma no fácil, pero sí sencilla. La hotelería valiente o la perspectiva de los fracasos.
Hace algunos días, en conversaciones con un buen amigo hotelero, me comentaba que había desarrollado esfuerzos en recortar ciertas partidas pero nunca en detrimento del servicio.
"De algún lugar tengo que sacarlo " me decía. Y continuaba diciendo.- "nosotros seguimos poniendo la prensa a diario, hemos mejorado nuestros amenities, incluso el gel es de mayor calidad ".
Personalmente, creo, que posturas de este tipo se convierten en una especie de avanzadilla hacia un futuro modelo empresarial mucho más estable. Sin embargo, en muchas ocasiones, y en nombre de la ya "inquisidora crisis", hay quién recorta tanto sus partidas que olvida su previsión de ingresos.
Tanto va el cántaro a la fuente hasta que nos convertimos en una raya diminuta en un cosmos totalmente agitado donde ya ni siquera se nos ve.
Hace algunos días, en conversaciones con un buen amigo hotelero, me comentaba que había desarrollado esfuerzos en recortar ciertas partidas pero nunca en detrimento del servicio.
"De algún lugar tengo que sacarlo " me decía. Y continuaba diciendo.- "nosotros seguimos poniendo la prensa a diario, hemos mejorado nuestros amenities, incluso el gel es de mayor calidad ".
Personalmente, creo, que posturas de este tipo se convierten en una especie de avanzadilla hacia un futuro modelo empresarial mucho más estable. Sin embargo, en muchas ocasiones, y en nombre de la ya "inquisidora crisis", hay quién recorta tanto sus partidas que olvida su previsión de ingresos.
Tanto va el cántaro a la fuente hasta que nos convertimos en una raya diminuta en un cosmos totalmente agitado donde ya ni siquera se nos ve.