29/3/17

Hoy comienza la cuenta atrás para el Brexit

Así, Reino Unido será el primer país que solicita la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa, que prevé la salida de un país del seno de la UE.
El Brexit o salida del Reino Unido de la UE podrá tener importantes repercusiones sobre el sector turístico, aunque no de manera inmediata.
Theresa May firmando la carta en la que solicita formalmente la salida de la Unión. Foto: LaSextaTheresa May firmando la carta en la que solicita formalmente la salida de la Unión. Foto: LaSexta
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Retos de la digitalización para los hoteleros

Todos los expertos participantes también coincidieron en apostar por colocar al cliente en el corazón de la tecnología; una tecnología que sirva para satisfacerle y para encontrar soluciones fáciles de implementar y desarrollar. La clave reside, según Andreas Pröfrock, director de Alianzas Estratégicas y Socios Tecnológicos de Alcatel-Lucent Enterprise International, en “introducir esa información y la tecnología disponible en la operativa del hotel con total transparencia para apoyar a clientes y empleados”. Por ello la digitalización representa múltiples retos para los hoteleros:
Automatización: Para Mareike Rossmann, directora de Alojamiento en IgnitionOne/Lindner Hotels, “es necesario empezar a pensar en ello en todo el ciclo del viaje, antes, durante y después, para saber cuál es el mejor momento y el canal más adecuado para interactuar con el cliente, para poder predecir su comportamiento; saber en qué está interesado y responder adecuadamente a esa necesidad”.
- El internet de las cosas se convertirá, en palabras de Pröfrock, en “la hotelería de las cosas, donde todo estará conectado para personalizar la experiencia del cliente”. No en vano, explica, “el huésped que dentro de nada ya tendrá un frigorífico conectado en casa querrá llevarse esa experiencia al hotel, por lo que serán más exigentes con las experiencias que esperan recibir. Querrá así controlar todos los elementos de su habitación a través de los dispositivos disponibles, lo que también puede suponer una mayor eficacia de costes”. El elemento clave será “la seguridad, para garantizar que nadie ajeno pueda acceder al sistema”.
De izq. a dcha, Sarah Kennedy, de Sabre; Andreas Pröfrock, de Alcatel-Lucent Enterprise International; el moderador Andriew Lim, profesor de la escuela hotelera de La Haya; Mareike Rossmann, de IgnitionOne/Lindner Hotels; y Rohan Thakkar, de Yotel.De izq. a dcha, Sarah Kennedy, de Sabre; Andreas Pröfrock, de Alcatel-Lucent Enterprise International; el moderador Andriew Lim, profesor de la escuela hotelera de La Haya; Mareike Rossmann, de IgnitionOne/Lindner Hotels; y Rohan Thakkar, de Yotel.
- El móvil del cliente se convertirá precisamente en ese dispositivo que, integrado con el sistema del hotel, permitirá controlar todas las opciones disponibles dentro de la habitación. El siguiente paso para lograr su satisfacción será, como indica Pröfrock, “la utilización natural de las aplicaciones a través de la voz”. De hecho, Aloft Hotels ya ofrece habitaciones con comandos activados por voz, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo.
En este sentido Rossmann considera que “los múltiples dispositivos que utiliza el cliente no son un reto, sino una mayor oportunidadporque generan más puntos de conexión con él para poder personalizar el servicio y fidelizarlo”. Y es que, añade Pröfrock, “conexión, personalización y disfrute son los tres aspectos fundamentales de la experiencia hotelera”.
- La inteligencia artificial debe destinarse, según afirma Sarah Kennedy, vicepresidenta de Marketing Global y Estrategia de Portfolio de Sabre, a “tareas rutinarias, como la seguridad del sistema o la experiencia en la habitación”. En este sentido Pröfrock se pregunta “¿la utilización de robots e inteligencia artificial en procesos se producirá a gran escala en cinco años? No lo sé, pero en una década, seguro”.
Web del hotel: La mejora de la experiencia del cliente, en opinión de Rossmann, “empieza en la página web, que actúa a modo de recepción digital, como si entrara en nuestro hotel”. Desde ese momento Rossmann aboga por “aprovechar todos los datos que nos facilita el cliente para mejorar procesos; hay que perder el miedo a utilizar toda esa información que nos dan todos los días, utilizarla para ofrecer nuestros servicios de forma relevante y conseguir así una mayor fidelización”.

15/1/17

¿Cómo ha cambiado un hotel en 100 años?

Aunque en 1916 ya existían otros hoteles en España, el Subur fue el primer edificio que se construyó en Cataluña ex profeso para ser un hotel, según explica un libro conmemorativo sobre los 100 años del establecimiento, escrito por Ángel Miguelsanz y el propio Josep Maria Matas.
Una imagen de Sitges de principios del siglo XX.Una imagen de Sitges de principios del siglo XX.
De hecho, la publicidad de la época destacaba una serie de aspectos que le daban una clara ventaja sobre otros establecimientos para viajeros: todas las habitaciones tenían baño, calefacción, luz eléctrica y agua corriente. Aquello, además de lujo, significaba la más alta tecnología.
Las camas eran pequeñas en comparación con las actuales, pero contaban con un tocador provisto de un depósito de agua, mecedora, sillas, un armario con espejo...
Una de las habitaciones del hotel Subur de Sitges, cuando se inauguró en diciembre de 1916.Una de las habitaciones del hotel Subur de Sitges, cuando se inauguró en diciembre de 1916.
Hace 100 años, aquellos establecimientos que ofrecían bañera en todas las habitaciones podían llamarse 'Gran Hotel'Hace 100 años, aquellos establecimientos que ofrecían bañera en todas las habitaciones podían llamarse "Gran Hotel"
El hotel fue impulsado por un visionario emprendedor, Josep Urgell i Vidal, quien intuyó –hace 100 años- las grandes posibilidades de una industria que por entonces estaba en pañales en España: el turismo.
Cuando el Subur abrió sus puertas en 1916, entre los primeros clientes había numerosas familias adineradas procedentes de países europeos donde se estaba librando la Primera Guerra Mundial. Buscaban tranquilidad en la neutral España. ¿Podría decirse que ya entonces éramos un destino refugio?
Hasta la década de 1930, los servicios que el hotel prestaba estaban pensados para un perfil de viajero muy diferente al de la actualidad
Por ejemplo, los clientes pasaban en el destino temporadas más largas y en régimen de pensión completa. La cocina y el restaurante del hotel constituían por tanto una de sus principales señas de identidad y prestigio.
Empleados del hotel Subur de Sitges, inaugurado en 1916Empleados del hotel Subur de Sitges, inaugurado en 1916
Aunque confirmar una reserva podía llevar semanas o incluso meses, hasta que se recibía una carta procedente desde Europa o Norteamérica y se contestaba. Otro sistema más rápido eran los telegramas.
Guerra Civil y decadencia
En 1936 estalla la Guerra Civil, los clientes extranjeros huyen a toda prisa, el hotel es confiscado por las fuerzas revolucionarias, saqueado, luego convertido en centro de refugiados… 
Finalizado el conflicto, la familia Urgell logra reabrir el establecimiento pero en plena posguerra (tras el saqueo del mobiliario, utensilios, falta de suministros, etc) las dificultades son enormes. Un anuncio publicado en La Vanguardia en el año 1942apenas dice: “Sitges. Clima templado. Hotel Subur. Todo confort. Teléfono 46”.
En 1955, los Urgell venden el Subur al empresario Josep Maria Matas i Barceló, quien plantea una reforma radical del hotel que se llevará a cabo en la década de 1960.
Reforma radical
Pero como en muchos otros establecimientos de la época, la modernización y ampliación del hotel (pasó de 45 a 90 habitaciones) se hizo a costa de sacrificar parte de la arquitectura original. ¿Por qué no se respetó el glamuroso diseño de 1916? 
“Muchas veces me he hecho la misma pregunta”, dice Josep Maria Matas i Arnalot. “Y al final llego a la conclusión que en el contexto de 1960, por la manera de pensar de entonces, el edificio se veía como algo viejo, sin valor, que no era moderno”.
De hecho, a raíz de la reforma sólo se conservó la planta baja y los dos primeros pisos del edificio, añadiéndose dos nuevas plantas superiores. 
“En el terrado, mi padre incluso pensó que podría habilitarse un helipuerto. Que los turistas aterrizarían en el aeropuerto de Barcelona y vendrían en helicóptero hasta Sitges”. 
Para quienes no conozcan la zona, la sinuosa y peligrosa carretera de las costas del Garraffue hasta el año 1992 la única vía de acceso directo a Barcelona (la autopista de los túneles no se abrió hasta los Juegos Olímpicos).
Un siglo después de su inauguración, podemos releer bajo un nuevo prisma las vicisitudes de un hotel a lo largo de 100 años. Y podemos concluir que las diferentes fases por las que pasó son también un fiel reflejo de la historia con luces y sombras del turismo español.

28/12/16

Gabriel Escarrer, la magia del primer hotelero español

El fundador del mayor imperio hotelero español se jubila. El presidente de Meliá Hotels International ha decididotraspasar el control ejecutivo de la empresa a su hijo menor, abrochando una trayectoria de 60 años al frente de una insignia que él mismo creó de la nada. Gabriel Escarrer Juliá (81) es uno de esos prestidigitadores que surgen de vez en cuando, un tipo listo que con apenas 21 años persuadió a la propietaria de un hotel para que se lo alquilara y hoy se retira dejando a Meliá con más de 370 hoteles y 42.000 empleados en 43 países. Barbilampiño y rubicundo, a la señora la convencieron entre él, su jefe de entonces y el párroco del barrio, para el que ejercía de monaguillo.


Escarrer venía de una familia humilde de cuatro hijos. El padre era empleado de la Empresa Municipal de Aguas, Emaya. De pequeño, sus amigos le llamaban "el extranjerito" porque era rubio y tenía conocimientos de idiomas, pues estudiaba inglés y francés en Palma (lo que en aquellos días era una excepción). "Cuando otros chicos de su edad con 16 o 17 años sólo pensaban en divertirse, él terminaba los estudios de comercio en el colegio La Salle de Palma. Corrían los años 50, cuando el título de bachiller superior estaba al alcance de muy pocos, y la universidad era un sueño", explica una fuente de su entorno.
El espabilado Escarrer había entrado en contacto con el entonces incipiente sector turístico trabajando en una agencia de viajes, Wagons Lits Cook, en Palma. Allí era responsable del departamento de extranjeros y de hacer reservas en los hoteles. "Era tan trabajador que en Wagons llegó a acumular 134 horas extra en un mes". Se dio cuenta de que, de tener un hotel propio, lo llenaría sin problemas. Por eso apostó por alquilar el Altair, un hotel de 60 plazas en la barriada de Son Armadams (Palma), y luego otro y otro. "Hoteles en los que él era el director, el comercial, y hasta el pinche". Su esposa y madre de sus seis hijos, Ana María Jaume, peleaba con él codo con codo. "Trabajaba incluso como gobernanta en los primeros años, cuando tenían muy poquitos hoteles y había que hacer de todo: de recepcionista, relaciones públicas, comercial, compradora, directora..." Después ha sido su compañera y el centro de su familia, que ya va por los 20 nietos.
La última ocasión en la que Escarrer ha representado a la empresa fue hace unos días, cuando acudió a los funerales de Fidel Castro, con el que mantenía una especial relación. Meliá fue la primera cadena hotelera internacional que firmó un contrato para gestionar un hotel en la isla, en 1990. "Su frase preferida, que repite siempre cuando habla de Cuba, es que 'el turismo hermana países, supera fronteras, y propicia el desarrollo y el bienestar de los pueblos'. Fue capaz de convencer a Fidel Castro de que necesitaban no sólo inversión, sino el know-how, y su apuesta tuvo tanto éxito que hoy Meliá Cuba es la cadena extranjera líder en el país, con 29 hoteles operativos, y más de 10.000 empleados". 
Precisamente en La Habana coincidió con el Rey emérito, con el que también ha mantenido a lo largo de estos años una "entrañable amistad".Escarrer fue uno de los promotores del regalo del yate Fortuna a Don Juan Carlos, una jugada maestra para el sector turístico balear.
Esa magia la ejerció no sólo con Castro o con el Rey, también con el presidente Suharto, por poner un ejemplo. El de Bali fue el primer hotel internacional de la cadena, una apuesta arriesgada teniendo en cuenta que entonces el billete de avión a la isla indonesia equivalía prácticamente a un sueldo medio en España. "En Bali descubrió la conveniencia de contar en plantilla con un hechicero que espantara las lluvias si quería ofrecer banquetes de boda... Se dio cuenta de que había que integrar y tener en cuenta la diversidad de culturas para crecer".
Al final, va a ser el menor de sus seis hijos, Gabriel, quien tome el timón al frente de la empresa. La sucesión en una empresa familiar es siempre un tema peliagudo que en este caso se ha resuelto limpiamente, tras un proceso que se diseñó en 2009 y ha culminado estos días. "Gabriel Escarrer junior siempre cuenta cómo los lunes, en el colegio, cuando sus compañeros contaban que habían ido a esquiar o de excursión con sus padres, él les contaba los hoteles que había visitado con su padre". 
Una persona así no se jubila nunca. Escarrer piensa seguir trabajando (mantiene la presidencia del Consejo y de la Junta General de Accionistas) y yendo a la oficina diariamente. Quizá pueda dedicarse más a navegar, o se decida a editar parte de esa prolífica correspondencia que ha mantenido con líderes de todo el mundo. Algo poco probable: sería muy poco mallorquín.

21/12/16

El Hotel Adler pasa a manos de la mayor fortuna de Chile

El Hotel Adler pasa a manos de la mayor fortuna de ChileEl Hotel Adler pasa a manos de la mayor fortuna de Chile

El hotel pertenecía a la familia Vázquez, que lo vendió a familia Luksic, en diciembre de 2012, por 27 millones de euros, pero se reservó un derecho de recompra durante cinco años, así como la gestión del establecimiento durante ese periodo, por lo que percibió una cantidad inferior al precio pactado para su venta.
Durante los años siguientes se tramitó un plan especial para cambiar el uso del inmueble a comercial y oficinas, y en diciembre del año pasado la familia Vázquez renunció a ejercer el derecho de recompra y la vendió por 19 millones de euros a Topland Investments, sociedad del grupo de los Luksic.
La familia Vázquez compró el inmueble situado en el 31 de la calle Velázquez, en 1998, para transformarlo en hotel, realizando una inversión total de 2.000 millones de pesetas.