Guerra abierta entre el Ayuntamiento de Madrid y la concesionaria del servicio de autobuses turísticos de la capital, Madrid Visión, controlada por Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la patronal empresarial CEOE, y su socio en el Grupo Marsans, Gonzalo Pascual. Desde ayer, este servicio no funciona en la capital.
El consistorio reclama a esta sociedad (una UTE formada por Trapsa y Trapsatur (60%) y Grupo Julià (al 40%) los 28 autobuses que explotaban el servicio hasta el pasado día 3, fecha de vencimiento del contrato de diez años que ambos mantenían. Madrid Visión, por su parte, solicita 4,5 millones de euros al Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón en concepto de amortización de ciertos vehículos.
Según Fernando Autrán, coordinador general del área de Movilidad, a principios de noviembre se notificó a la concesionaria el fin del contrato y la reversión de los bienes, incluido un quiosko de venta de billetes, al ayuntamiento, que hace unos meses empezó a estudiar otras fórmulas de explotación de este rentable servicio mediante medios y/o empresas públicos. “Se han concedido tres días a Madrid Visión para que entregue los autobuses, o de lo contrario, estudiamos todas las opciones, incluida la ejecución forzosa”, dijo Autrán, que alude a la Ley de Contratos del Sector Público.
“No sabemos si los problemas económicos de algún accionista explican la actitud de Madrid Visión”, apuntó Autrán.
Por su parte, el director general de Madrid Visión, Heriberto Valdés, declaró que, “en ningún lado aparece que tengamos que regalar los autobuses al ayuntamiento”, informa Efe.
En su web, la empresa anuncia que suspende “indefinidamente” el servicio “ante el retraso en la convocatoria de nuevo concurso público”.
Nuevo concurso
Los planes del ayuntamiento pasan por que empleados públicos restablezcan el servicio de forma inmediata, mientras se convoca otro concurso. Una licitación que se empezará a tramitar hoy mismo en la Mesa de Gobierno y que podría tener adjudicatario en dos o tres meses.
A juicio de Autrán, más de veinte empresas estarían interesadas en prestar este servicio, que se aproximó a los 500.000 usuarios en 2009.
La Empresa Municipal de Transporte (EMT) de Madrid podría ser una de las empresas que se presentara al concurso, aunque Autrán señaló que “debería cambiar sus estatutos para hacerlo, aunque no tenga ningún tipo de incompatibilidad”. Si bien, añadió que “hay muchos grupos especialistas en explotar estos contratos”.
De momento, el consistorio dice desconocer la suerte que correrán los cerca de 60 empleados de la sociedad que venían prestando el servicio en los últimos diez años.
Josep Adell, consejero delegado de Grupo Julià (que participa en Madrid Visión, con un 40% del capital), se mostró “predispuesto a colaborar en la transición”. “En diez años, lo hemos hecho muy bien. Nos presentaremos al concurso, aunque no sabemos cómo”, explicó.
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